por María Ramos Domínguez

Guía para que los CIO “desconecten” en vacaciones

Las comillas del titular no son casualidad. Cuando se habla de puestos de responsabilidad como el de CIO, vinculados además a un área que no descansa nunca, la desconexión total en vacaciones es, si no imposible, al menos muy difícil. Pero hay pautas que seguir para intentarlo.

hombre teletrabajando
Créditos: Yasmina H | Unsplash

Primero de todo, un receso histórico. Las vacaciones pagadas son un derecho laboral relativamente moderno. En España fue el funcionariado quien primero las vio reconocidas por ley, con dos semanas al año en 1918; en 1931, se haría extensiva a toda persona trabajadora, aunque únicamente una semana. Es decir: como indispensables, no son. Hubo gente antes que vivió sin ellas y aún ahora lo hacen. Hordas de personas autónomas en España son la prueba de ello. Pero la sociedad avanza hacia un modelo laboral que equilibre la carga de trabajo con la vida personal. No son indispensables, pero sí beneficiosas, sanas y, sobre todo, un derecho laboral adquirido que defender y disfrutar. Sin embargo, en determinados puestos de responsabilidad, ese no perder disfrute puede verse parcialmente empañado por la dificultad de desconectar al 100% del trabajo. Más aún cuando se trata de posiciones ligadas a un área que necesita funcionar continuamente, como pasa con la de TI. Hemos hablado con varias personas responsables de este departamento para recabar unas claves con las que poder irse unos días lo más tranquilamente posible.

Javier Fernández, director general de Estrategia digital e inteligencia artificial del Principado de Asturias

Principado de Asturias. En la imagen, Javier Fernández, director general de Estrategia digital e inteligencia artificial del Principado de Asturias.

“Hay que conseguir no atender las llamadas o los correos ordinarios”

Javier Fernández

El director general de Estrategia digital e inteligencia artificial del Principado de Asturias reconoce que difícilmente se puede romper totalmente con el trabajo. “En mi caso, me resulta mucho más estresante”. Su experiencia pasa por rebajar mucho la intensidad, pero manteniendo cierta conexión. “No es una desconexión total, pero tienes muchas más horas que no estás con la cabeza en el trabajo, con lo cual el nivel de estrés baja muchísimo”, explica. “Si pasa algo que requiere de tu atención, estás al tanto y puedes actuar, aunque estés de vacaciones, para que no vaya a más o no genere un problema mayor a tu vuelta”.

Fernández asume que cada persona tiene que analizar su caso y que su modelo puede no valer para todo el mundo, ya que podría implicar pasar de tener vacaciones a funcionar de facto como en teletrabajo. En situaciones como la suya, en las que se puede bajar el ritmo, aconseja chequear cada cierto tiempo, uno o dos días, las vías de contacto. “Hay que conseguir que las llamadas o los correos ordinarios no los atiendas”, apunta. “Intentar disciplinarte en lo que sea ordinario”. Para esto, resulta importante comunicar las ausencias, matizando que solo se contacte en caso de temas realmente relevantes. “Es importante porque si empiezan a entrar llamadas casi como el día a día, no desconectas nada”. Otra clave: no poner reuniones. “Acabas programando tu día de vacaciones en función de esa reunión, aunque sea una hora”.

Manuel Tarrasa, CIO de TuringDream

Manuel Tarrasa, CIO de TuringDream.

“Un departamento de TI maduro no depende de la presencia constante de su CIO”

Manuel Tarrasa

Tarrasa va más allá cuando dice que, “siendo sinceros, la desconexión total es una utopía irresponsable para un CIO”. El CIO de TuringDream habla de “desconexión controlada. No se trata de desaparecer, sino de elevar temporalmente tu función desde la ejecución diaria a una de supervisión a distancia, sin perjudicar a la empresa que tiene que seguir funcionando como siempre”. La clave, para Tarrasa, es construir un “cortafuegos inteligente” que aísle de la operativa cotidiana, pero que permita conectar si hay crisis verdaderas.

Para esto, considera necesaria la preparación previa a través de un protocolo “que defina riesgos y árboles de decisión claros, empoderando a tu equipo para actuar con autonomía”. Coincide con Fernández: “Durante la ausencia, la disciplina es fundamental, sustituyendo la disponibilidad constante por un check-in estratégico: una llamada breve, programada y con una agenda fija para supervisar los puntos críticos y tomar únicamente las decisiones que sean indelegables. Esto protege tu tiempo y, a la vez, evita que te conviertas en un cuello de botella”. Esta pauta redunda en beneficio de la organización, “ya que pone a prueba la resiliencia de tus sistemas y desarrolla a tu equipo de liderazgo”. “Demuestra que un departamento de TI maduro no depende de la presencia constante de su CIO, sino de la solidez de los sistemas y equipos que este ha construido”.

Gracia Sánchez-Vizcaíno (Securitas Group)

Securitas Group. En la imagen, Gracia Sánchez-Vizcaíno, CIO de IberoAmérica de Securitas Group.

“No se trata solo de descansar físicamente, sino también de darle espacio a la mente”

Gracia Sánchez-Vizcaíno

En mi experiencia, desconectar completamente como CIO es imposible”, defiende la CIO de IberoAmérica de Securitas Group, Gracia Sánchez Vizcaíno. Pese a la organización previa y la atribución de tareas, “siempre hay algo de lo que estar pendiente, ya sea un problema urgente, un incidente o la simple responsabilidad de mantener el equilibrio cuando las operaciones cruzan distintos países y horarios”.

Sánchez-Vizcaíno reconoce que hay distintas situaciones que pueden afectar, como la existencia de proyectos en fase crítica “o un alcance geográfico amplio, como es mi caso, que hace que el periodo de vacaciones no sea homogéneo”. De ahí que considere difícil dar indicaciones generales, que puedan aplicar siempre. “Sí creo que algunos puntos son claves: planificar las vacaciones con tiempo, tener un equipo de confianza que pueda tomar decisiones… Pero sobre todo establecer tus propios límites: qué puede esperar y qué no. Al final, no se trata solo de descansar físicamente, sino también de darle espacio a la mente para recargar energías y regresar con la cabeza fresca”, concluye.

Miguel Llorca, CIO de Axazure.

Axazure. En la imagen, Miguel Llorca, CIO de Axazure.

“La desconexión es la prueba de fuego del liderazgo”

Miguel Llorca

Si entendemos la ‘desconexión total’ como un apagón absoluto y una ajenidad completa a la organización, diría que es más un mito que una realidad para un CIO”, sintetiza Miguel Llorca, CIO de Axazure. “La responsabilidad sobre la infraestructura crítica, la ciberseguridad y la continuidad del negocio no desaparece con un ‘fuera de la oficina“. Llorca se suma a la idea de la “desconexión efectiva”, que se aleja del día a día pero mantiene un canal de emergencia. “En definitiva, no se trata de desaparecer, sino de elevarse por encima de la operativa diaria, confiando plenamente en la estructura que has creado”.

Para esto, pone el foco en el trabajo previo y en la definición de unas reglas claras a través de tres pilares. Por una parte, una planificación y delegación explícita, identificando a “un segundo/a al mando” para la toma de decisiones, dejando establecidos claros protocolos de actuación y comunicando esto a las personas necesarias. Más allá de estas pautas de actuación, habla de establecer protocolos de crisis. “Define qué es una emergencia real que justifique una interrupción y cuál es el único canal para ello”, sostiene. “Esto filtra el 99% del ruido. El equipo debe saber que solo debe contactarte si se cumple el criterio X”, como un ciberataque confirmado o una caída de servicios críticos de más de dos horas.

Su tercer pilar consiste en la confianza y empoderamiento del equipo: “La desconexión es la prueba de fuego del liderazgo. Debes confiar en tu equipo y empoderarlo para que tome decisiones. Si has contratado y formado bien a tu gente, serán perfectamente capaces de gestionar la mayoría de las situaciones. El micromanagement desde la playa es el mayor enemigo del descanso y de la autonomía de tu equipo”. Llorca aconseja reservar las primeras horas a la vuelta para ponerse al día con la persona de confianza.

Marian Illera, directora de Transformación y Tecnología en Seur

Seur. En la imagen, Marian Illera, directora de Transformación y Tecnología en Seur.

“La clave no es desaparecer, sino construir un sistema y un equipo tan robustos como para que tu ausencia no sea un punto de falla”

Marian Illera

La directora de Transformación y Tecnología en Seur, Marian Illera, considera que la desconexión total resulta “extremadamente difícil, sino imposible”. “Si bien no se espera que un CIO esté revisando correos rutinarios durante sus vacaciones, la realidad es que un ciberataque masivo, una interrupción total de los sistemas o un desastre tecnológico de gran magnitud podría requerir su atención, incluso si es solo para dar una dirección estratégica”.

Habla, por tanto, de “una desconexión controlada y eficiente”, basada en “una buena planificación y en una cultura organizativa basada en la confianza y la delegación”. Para esto, considera fundamental la parte de delegar, “confiando en el equipo y distribuyendo responsabilidades con antelación”. Relacionado con esto, anima a “preparar e informar”, de tal modo que haya una transición ordenada donde todos los equipos conozcan los procedimientos necesarios. Por último, apela a “establecer límites digitales”, como con la gestión de notificaciones ante cualquier eventualidad. “La clave no es “desaparecer”, sino construir un sistema y un equipo tan robustos como para que tu ausencia no sea un punto de falla para la organización. Así, el período de vacaciones se convierte en un momento para recargar energías de verdad, con la tranquilidad de saber que la tecnología de tu empresa está en buenas manos”.

Onam Pereyra, director de TI global de Uno de 50

Onam Pereyra, director de TI global de Uno de 50.

“Si todo pasa por ti, no está bien diseñado”

Onam Pereyra

El director de TI global de Uno de 50, Onam Pereyra, considera que desconectar por completo “no es fácil, pero por supuesto que es posible”: aunque reconoce la intensidad de la responsabilidad de un o una CIO, “que cuesta apagar completamente”, valora la importancia de “saber cuidar ese tiempo” para mantener un equilibrio con la vida personal y “seguir trabajando a la vuelta con la misma intensidad y motivación”. Su realidad va en esa línea. “Yo, personalmente, no desaparezco completamente, pero marco unos límites: el equipo tiene autonomía y empoderamiento, no solo durante las vacaciones, sino durante todo el año, y definimos acuerdos sobre cómo proceder en caso de necesitar contactar con alguien. La clave está montar una estructura donde no seas absolutamente imprescindible todos los días. Si todo pasa por ti, no está bien diseñado”.

Entre las claves para conseguir esto, está la preparación del periodo de vacaciones. “Hay que evitar dejar patatas calientes y hacer un traspaso adecuado”. Segundo punto: Confiar en el equipo. “Si tienes personas capaces, dales espacio. La desconexión no es solo un beneficio para ti, también es una oportunidad para que otros crezcan”. En tercer lugar, Pereyra llama a “mantener cierta coherencia: Si tú mismo estás escribiendo correos a las 11 de la noche desde la playa, el mensaje que mandas es que no se puede parar”. Esto redunda en otra de sus claves: “Huir del paradigma obsoleto de que hay que tener el control total. Es cierto que con la tecnología podemos estar siempre conectados, pero eso no significa que debamos. Parte de ser buen responsable es saber cuándo hay que soltar”.